El ticket de la cena ocupa un palmo de largo, no digo más.
La Tomaquera es uno de esos sitios entrañables a los que hay que ir porque todo el mundo ha ido, todo el mundo conoce y opina, tienes que conocerlo.
Su plato fuerte son los caracoles, los tienen a la llauna (asados) y en salsa.
Otra de las características del local es su poca orientación al cliente, luego lo cuento.
Es también de esos sitios que te tratan de una manera poco respetable, aunque todo hay que decirlo, en ésta última visita el camarero y todos se comportaron estupendamente, no era lo normal hace unos años.
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Gran comilona.
Empezamos a buscar restaurante para siete un poco tarde, eran pasadas las ocho de la tarde, últimamente somos así de descuidados, muy mal.
Después de recibir un ‘imposible‘ como respuesta al intentar reservar mesa en a Estrela Galega miramos la netro y buscamos en el top de argentinos.
En el tercer lugar del ranking está Gaucho’s, con unas críticas muy descompensadas. Nos decidimos en cuanto nos dijeron que nos acogían para cenar…
Sitio muy cutre pero muy rico.
Me explico: es un bar de mala muerte, con las sillas raídas, las paredes llenas de grasa y todo ambiente ‘Torrente’ genuíno, su especialidad es la caza y eso lo hacen muy bien.
Es para carnívoros voraces.
Hay que pedir los gambones ají, son enormes y vienen flotando en una cazuelita de aceite hirviendo con mucha guindilla, estupendos. También está muy rico el foie.
De segundo yo me metí un estofado de canguro, otros platos buenos son el lomo de ciervo o los crepes de postre (que solo hacen cuando no hay mucha gente)
Unos de los sitios más turísticos de Andorra.
Te sientes un poco guiri cenando allí.
Aparece en todas las guías y hasta en las paradas del autobús.
Comida muy abundante, para carnívoros indiscutibles.
No es un sitio barato.
Cena para dos con un buen vino, Jean Leon, mi favorito (30€), sin postres y con cafés (3.25€!!!!!!! cada café) por 123€. No está mal, no? la leche. Curioso que separen en la cuenta las bebidas de las viandas.
Esta vez no me lo pasé igual de bien que otras, la especialidad es la carne a la brasa. Son como muy argentinos.
Tienes los solomillos a 20€, la ración de mollejas a 10€ y el Marques de Cáceres a 15€.
Cena para 8, con solamente un postre (imposible comer más), varias tapas para picar, panqueque (7€), cafés y chupitos por unos 296€.
El solomillo no me emocionó especialmente, demasiado nervioso y un corte bastante feo, la carne tampoco estaba muy sabrosa, tierno, eso sí.
